viernes, julio 28, 2006

Como para seguir con la onda anticlerical...

Vivió en una época de esas donde si no querías encerrarte en una "cocina" tenías que internarte en un convento.
Ese otro encierro la liberó: así pudo estudiar cuanto quiso, y no sólo osó pensar lo que quería, además lo dejó escrito.
La Iglesia la obligó al silencio, y aunque al final se creyó victoriosa, Sor Juana Inés de la Cruz sabía que el tiempo le daría la razón. Y que... sin embargo, se mueve*, aunque al Vaticano no le guste.




*"eppur se move", frase que susurró Galileo Galilei luego de retractarse frente a la Santa Inquisición para no morir en la hoguera, acusado de herejía por afirmar que la Tierra se movía alrededor del sol.

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