
¿Por qué nos asustamos del fuego recién cuando puede llegar a quemarnos vivos? No estoy diciendo que verte rodeado de fuego sea un momento para relajarse, estoy diciendo que perder tanta hectárea en un segundo (el segundo más largo del mundo... todavía lo estamos viviendo) es igual de grave si hay un pueblo ahí como si no lo hubiera. ¿Por qué? Porque estamos hablando de la pérdida de ecosistemas enteros.
Para la Tierra, perder un ecosistema es equivalente a lo que para un ser humano es perder una neurona: tenemos muchas, muchísimas... pero a las que perdemos ya no las recuperamos. Cada ecosistema que se pierde es un latido menos en el corazón del planeta.
Y eso es algo que excede cualquier problema de propiedad que el hombre pueda meter en el medio, por la simple razón que la muerte de la naturaleza va a ser la propia suya.
No se puede vivir en un planeta inhabitable.
Se aproxima peligrosamente ese día en que el homo sapiens sapiens mutará a sapiens sapiens sapiens: el día que se de cuenta que no puede comerse el dinero.
Lástima que la única que le va a quedar entonces, es comérselo.
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