sábado, junio 10, 2006

Citando a mi amigo Jorge Luis (con unas leves modificaciones)

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes, el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras, la serena amistad, las cosas comunes, los hábitos, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? Si estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído paz.
Es, ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías y sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. El nombre de un imbécil me delata. Me duele un imbécil en todo el cuerpo.

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Y no Nicoz, no es lo que parece.

1 comentario:

[pseudo.tabu] dijo...

Jajajajaja cada vez que leo este posteo me da más gracia jajajajaja