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Mis ribetes místicos
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Nadie entiende, o puede creer, que alguien como yo, que no le veo ningún sentido a la religión (más que el de poder por opresión) salte con cuestiones como la magia, la brujería, el tarot y el zodíaco.
Cuando el hombre empezó a preguntarse cosas sobre el mundo que lo rodeaba, mucho antes que la filosofía, y todavía antes que con la religión, encontró esas respuestas en la MAGIA.
¿Quién puede resistirse a la magia? Esa cosa de creer tener el poder para cambiar el entorno circundante y mejorar las condiciones para que podamos hacer lo que querramos...
El mago (o brujo, YO los tomo en el mismo sentido) dice tener en sus manos el destino (el de él, el de su "cliente", el del mundo entero), y en sus conjuros el poder para cambiarlo a su antojo. Dice que lo tiene, y capaz que lo tenga nomás. Porque está firmemente convencido de ello (si no, no funciona).
Con respecto al zodíaco, me divierte ese tema del no azar en la personalidad de alguien, en esos patrones de conducta que a veces se repiten entre las personas. Ojo! nada tiene que ver el horóscopo acá... eso es una simple banalización de alguien que no encontró una idea más rentable para llenar esos módulos del diario.
El tarot?? Siempre para los otros, nunca para mí. Es una consecuencia de la mezcla de mi costado chismoso, con el intuitivo-memorioso que me hizo famosa :p.
Como se ve, no es que crea plenamente en estas cosas, pero es una forma encantadoramente simplista de ver el mundo. Muy desde el yo, bien egocéntrico. Muy "yo tengo el poder". En eso se basa su encanto, y, a veces, hasta te sorprenden.
lunes, junio 12, 2006
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