
Y mirá que me gusta el basquet
el buen basquet
y mira que se que es un gran jugador.
Que aprendió mucho en San Antonio;
que ahora arma mejor que un base,
que sabe fabricarse una falta.
Que triplea sin drama desde siete metros.
Y sin embargo, no logro verlo a él antes que al equipo.
Y mirá que no discuto su titularidad,
y mirá que tiene en su espalda mi número favorito.
Pero no hay manera... no puedo.No hay forma de volverme manufílica.
Corolario: ¿Y si fuera cordobés? ¿Y si hubiera pasado por Atenas? ¿Sería otra la historia? El velo del sentimiento, la miopía del hincha ¿me harían ver otra cosa? Es muy probable. Y la pregunta es inevitable..: ¿Cuál de mis yo paralelos estaría menos equivocado? ¿Este que disfruta sus jugadas sólo por el bien que le hace al equipo... o aquel que hasta podría lagrimear al verlo hacer una jugada de colección?
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